EVOLUCIÓN
Las especies no son fijas. Se transforman de acuerdo con un proceso de selección natural. La propia naturaleza "criba" los ejemplares individuales menos aptos para sobrevivir y dejar descedencia.
Desde que apareció la vida en el planeta Tierra hace unos 3.800 millones de años los organismos han ido adaptándose al entorno modificando sus hábitos y su morfología, y abandonando a la extinción aquellos diseños biológicos menos capaces de vivir y propagarse.
RECUERDA: los hábitos de conducta también son objeto de selección natural, no menos que las estructuras de los animales.
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